El río Miño es un río europeo situado en el noroeste de la península Ibérica, que discurre casi íntegramente por la comunidad española de Galicia, aunque en su tramo final forma la frontera entre España y Portugal antes de desembocar en el océano Atlántico. Es el río más largo de Galicia, y el más caudaloso una vez que recibe al río Sil, su principal afluente. Tiene una longitud de 310 km y drena una amplia cuenca de 12.486 km².
El río Miño nace en el Pedregal de Irimia de la sierra de Meira, a unos 695 m de altitud, en el municipio de Meira, al nororeste de la provincia de Lugo, desde donde fluye subterráneamente hasta aflorar en la laguna Fonmiña (Pastoriza), sita en la misma provincia, a 600 msnm, siendo ésta considerada históricamente como su lugar de nacimiento. El Miño fluye por el macizo Galaico y entre la cordillera Cantábrica y los montes de León, dos de las áreas más lluviosas de la península Ibérica, siendo uno de los principales ríos de la vertiente Atlántica.
Todo su curso alto está declarado Reserva de la Biosfera. El río Miño recorre sus primeros cuarenta kilómetros por la meseta de Lugo (Terrachá), penillanura cuya altitud oscila entre los cuatrocientos cincuenta y los seiscientos cincuenta metros sobre el nivel del mar.
Sirve, en sus últimos 76 km, de frontera entre España y Portugal, y desemboca en el océano Atlántico formando un estuario entre La Guardia (Pontevedra) y Caminha. Es navegable en sus últimos 33 km, hasta Tuy.
Entre Lugo y Orense, el Miño cuenta con tres embalses (Belesar, Peares, Velle) y entre Orense y la frontera con Portugal con dos embalses más (Castrelo y Frieira).
El Miño pasa por las localidades de Lugo, Orense, Ribadavia, Francelos, Tuy, Puertomarín, Tomiño y La Guardia, entre otras.
Sus principales afluentes son los ríos Sil, Neira, Avia, Barbantiño, Búbal, Arnoya.
Cuenta la tradición oral que personajes mitológicos gallegos habitaban en la cuenca del río Miño, tales como feiticeiras (hechiceras) que vivían en el mismo río, los Xarcos que moraban en pozos situados por toda la cuenca y hombres-pez que eran anfibios con posibilidad de vivir tanto en la tierra como en el agua.
Hay una leyenda que dice que cuando navegabas el Miño por los alrededores de Arbo tenías que llevar una piedra en la boca para impedir que se pudiera hablar durante el trayecto, porque sino las feiticeiras (Hechiceras, magas) se meterían contigo.
En Santa Marta de Ribarteme se realiza una curiosa romería. Consiste en que los que han sido curados por la santa salen en procesión colocados en los ataúdes, con los que habrían sido enterrados si no hubiera intercedido la santa
Cuando los romanos llegaron a la Península pensaban que el Miño era un río embrujado. Creían que tras él, escondido entre la niebla, estaba el final de la Tierra (finis terrae), un enorme acantilado que les mandaría al vacío.
MAS INFORMACION
No hay comentarios:
Publicar un comentario